el colofon de la Pluma de ganso.

La pluma de ganso fue la gran protagonista como instrumento de escritura entre los Siglos VII y XVIII de nuestra Era. Y una industria muy floreciente durante siglos para sus productores, que la extraían de aves vivas y las sometían a todo tipo de tratamientos que aseguraban su eficiencia en el uso.

Pero todo instrumento es susceptible de evolucionar y una de las características del Ser Humano reside en su inconformismo y deseo de mejora, así que al mismo tiempo que se avecinaba una revolución en el Orden Social con el movimiento de la Ilustración y la publicación de la Magna Obra LA ENCICLOPEDIA, múltiples estaban siendo los ejercicios de búsqueda de algo diferente en ese campo, y de ahí el desarrollo de La Plumilla.

En la galería que sigue figura lo que sobre el tema aparecía en una obra que fue publicada en los años 90 sobre Historia de la Pluma y que se refleja en la primera de las fotos, y de donde extraemos la información para esta Entrada.

En el siglo XIX, los esfuerzos realizados desde la centuria anterior dieron un salto cualitativo al conseguirse una “imitación” a la punta de la pluma de ave metálica, y al descubrirse en 1804 el metal iridio, el cual fue introducido para la punta de las plumas por John Isaac Hawkings en 1822. Este metal empezó a producirse industrialmente en los Estados Unidos a partir de 1835 en plumillas de oro cuya punta, además de iridio, se fusionaba con osmio.

Pero el salto cualitativo para desbancar a la pluma de ganso lo dio en 1830 Josiah Mason al hendir la pieza metálica en su punta y de forma transversal varias veces, logrando flexibilidad y un acceso fluido de la tinta. Birmingham en el Reino Unido se consolidó así como uno de los centros más importantes del mundo en la producción de plumillas y, posteriormente, plumines.

La añoranza estética de la pluma de oca ha motivado numerosas recreaciones en metales preciosos y otros materiales igualmente exquisitos.

La plumilla tomó el testigo de la pluma de ave después de haber coexistido con ella en subordinación, aunque no se tardó mucho en obtener otra mejora que se reclamaba desde antiguo y que se concretaba en la capacidad de contención de tinta. Todo esto desembocó en pocas décadas en el nacimiento de la llamada pluma fuente, siendo la inventiva anterior la base para el desarrollo de su elemento más importante: el plumín.

Pero eso será comentado en otra entrada.

Fotos cortesía de Plumaemocion.

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